Siempre juntos

sábado, 29 de enero de 2011

Mercadillo en Corralejo

Hola a tod@s...
A las 6 de la mañana suena el despertador en Puerto. Uffffffff, demasiado temprano para levantarnos. Busco el botón adecuado que nos permita dormitar diez minutitos más.
Bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz, las 6:10 y esta vez no puedo retrasar más el momento de saltar de la cama. Hoy es sábado y tenemos mercadillo de segunda mano en Corralejo; así que aviso a Toñi que me pregunta si voy a desayunar en casa. Aún no es consciente de la tarea que nos espera y cree que me voy a trabajar como cualquier día laborable.
Una vez desentrañado el entuerto, saltamos de la cama y nos ponemos manos a la obra. Ducha, desayuno, preparación del material. Todo a la carrera. Hay que estar a la hora prevista en Corralejo y nunca sabes como va a estar la carretera.
Bajamos, cargamos el coche y miramos el cielo. Nubes grises amenazantes de lluvia, el peor enemigo de los mercadillos. A ver si hay suerte.
Salimos de Puerto a las 7 y está empezando a clarear. La carretera hasta Corralejo es de doble sentido (como el 99% de ellas en Fuerteventura) y siempre encuentras a algún vehículo lento, aunque en realidad, no puedes sobrepasar la velocidad de 90 Km/h.
No hay mucho tráfico, aunque entrando en el Parque Natural de las Dunas de Corralejo, la velocidad se restringe hasta los 70 Km/h.
Hemos llegado a tiempo. Son las 7:45 y llegamos a la puerta principal del Centro Comercial "El Campanario".
Nuestro amigo Jose Herrera ha sido el primero en llegar, como casi siempre. Nos saludamos, charlamos y lentamente empiezan a llegar todas las personas que iremos coformando el mercadillo.
También llega Tina, Rosana y Eli. Nuestras amigas.
Toñi se queda y yo me voy con Eli. Aún tenemos que cargar sus cosas en un pueblito cercano a Corralejo.
Enre Rosana y Toñi írán dando forma al sitio donde nos ponemos. Siempre lo hacemos Eli, su hija Rosana, Toñi y yo.
Cuando llegamos a cargar las cosas de Eli, aún no han llegado otros "mercaderes" que también tienen su mercancía en el mismo lugar, así que esperamos y charlamos de como ha ido la semana o si lloverá o no.
Al rato llegan Servando, Kevin y por último, Chano que empalma. Ha trabajado toda la noche en el hotel y se "curra" acto seguido el mercadillo.
Cargamos y volvemos a Corralejo.
La actividad es frenética. Todo el mundo instalando su puesto. Colocando sus cosas, charlando, riendo y esperando que el día sea propicio.
El ambiente es frío. La temperatura es algo baja para estas latitudes y el cielo no abre.
La gente empieza a llegar, poquito a poco.
Como siempre, los árabes son los primeros en llegar y escudriñar el material, aún sin sacar de las cajas. Es su "modus operandi". Ya nos conocemos y nos saludamos: "buenos días, amigo"...
Hasta las diez y media no pasa nada digno de mención. Gente preguntando, mirando, pero nadie compra...
De pronto, alguien mira en el cajón de todo a 1 euro y Aleluyaaaaaaaaaaaaaaaaa, la primera compra; el primer euro. Algo es algo...
Toñi va a por un café y trae el refrigerio de todos los sábados: pan, bebida y embutidos.
Es la hora de comer algo...
Poco a poco, va llegando más gente y empiezan las ventas: algo más de ropa, unos Camper, unos pendientes, gente preguntando, otros Camper, los relojitos mariquitas (mis preferidos), y así, poquito a poquito vamos haciendo caja entre bocata y risas.
Ojalá vendamos la tumbona. Está nueva, pero sobretodo ocupa mucho sitio en el coche...
Y de pronto, una pareja alemana de avanzada edad pregunta el precio, les gusta y la compran. En mi afán por plegarla, le pillo el dedo al señor. Uffffffffffff, lo siento, perdón, no te prrrreokupessssssssss, todo está ok.
Hasta que, sobre las 12 comienza a llover. Miramos el cielo y esperamos que solo sean unas gotas, pero no...
Son mucho más que unas gotas; así que rápidamente comienza la operación recogida de material...
En plena retirada, alguien que trabaja en una cafetería del Centro Comercial, pasa por el puesto y ve la Blackberry: Cuanto?; Tanto!!! Buen precio, pero ahora no llevo dinero encima; no te preocupes, mañana volvemos al mercadillo artesanal. Genial, mañana os la pago, pero no la vendais. Ok?, Ok!
Todo a los cajones, sin orden, unas cosas encima de otras. El toldo aguanta los primeros envites, pero no mucho más.
Carreras del puesto al coche, todo dentro, despedida de l@s compañer@s y a casita.
Durante el trayecto de vuelta, charla sobre como ha ido el día. Hoy ha estado bastante bien. De hecho, ha sido el mejor día.
Llegada a Puerto, descarga y subida a casa de todo el material. Estamos hechos polvo.
Una ducha, y qué comemos?...
Lata verde de fabada (código especial sólo para personal afín) y a descansar un rato, porque esta tarde tenemos que preparar todo lo del mercadillo artesanal de mañana, pero...
Esa es otra historia...
Un abrazo y muchos besos...

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